Una reforma ideal es aquella que se realiza con la planificación adecuada. Por lo general, cuando se necesita hacer una reforma en el hogar, la familia opta por mudarse temporalmente a un hotel o a casa de un familiar.
¿Pero qué ocurre cuando los miembros de la familia no tienen la opción de mudarse y deben permanecer en el hogar mientras ocurre la reforma?
En este artículo te damos los consejos prácticos que puedes seguir si te toca afrontar esta situación.
Planifica bien las fases de la reforma mientras sigues viviendo en la casa
Si debes estar en tu hogar mientras lo reformas, es ideal que sectorices tu casa en varias zonas, de acuerdo a las modificaciones que vas a realizar. Empezando a reformar las zonas menos indispensables para mantener el funcionamiento del hogar. Si debes modificar los baños, es ideal mantener al menos uno en funcionamiento. De ese modo podrán seguir habitando en el hogar mientras se realizan las reparaciones.
Establece un orden de importancia en la ejecución
Siempre es ideal empezar por las áreas de tu hogar que son primordiales para que tú y tu familia puedan cubrir sus necesidades mínimas. Debes resolver en primer lugar las reformas que estén representando daños mayores o problemas de salud.
Indudablemente que la cocina y los baños deben ser atendidos con prioridad y en el menor tiempo posible, sobre todo si dentro de las reformas previstas se ha planificado cambiar la bañera por un plato de ducha.
Acaba cada etapa antes de iniciar la siguiente
No es conveniente dejar detalles por terminar antes de empezar con una nueva área a renovar. Esto podría causar que la renovación se extienda por mayor tiempo del estimado, ya que siempre habrá algo pendiente por reparar.
Es mejor acabar cada área por completo y así evitar que estos espacios se sigan ensuciando con polvo o residuos del material de trabajo. De este modo podrás disponer de ellos con tranquilidad.
Protege el mobiliario
De ser posible, ubica todo el mobiliario en una sola habitación, separada del área de la remodelación; así no tendrás riesgos de que se ensucien o se deterioren. De lo contrario tendrás mucho trabajo posteriormente a la reparación, ya que tendrás que limpiar cada mueble por separado.
Si no tienes un área disponible en tu hogar para usar de almacenamiento, puedes optar por cubrir cada mueble con telas o cobertores plásticos.
Analiza las condiciones climáticas
Si debes realizar trabajos que incluyan reparaciones o cambios de cubierta de techo, debes tomar en consideración que éstas son reformas que se deben llevar a cabo en un día como máximo y ser realizadas en un día soleado.
Recuerda que el mobiliario de tu hogar quedará expuesto al retirar la cubierta y si se llega a presentar un clima lluvioso, podría deteriorarse de manera significativa.
Cuida a los más pequeños de la casa
Algunas reformas suelen incluir demoliciones y trabajos de riesgo de caída de objetos que pueden ser peligrosas para los niños. Si tienes hijos pequeños en tu hogar mientras haces una reforma, lo ideal es que los mantengas lo más alejados posible de la zona de trabajo.
Prepara actividades para ellos de manera tal que se mantengan ocupados y protegidos al mismo tiempo.
Usa equipo de protección
Aunque no seas tú directamente quien esté a cargo de realizar la reforma, es indispensable que uses el equipo de protección correcto cada vez que debas transitar por la zona de remodelación, como lentes de protección, mascarillas y zapatos adecuados.
Aunque parezca un poco extremo, esta es una medida de seguridad que debe ser tomada por cualquier miembro de la casa que deba estar en la zona de la reforma, ya que en el aire pueden haber partículas dañinas o en el suelo pueden haber clavos y escombros que pueden causar algún accidente.