Con el paso de los años, la madera ha ido ganando terreno como el material favorito para pavimentar el suelo de los hogares de nuestros clientes. Es posible disfrutar de la comodidad y la belleza de este material en cualquier rincón de la casa, incluso es las cocinas, logrando una armonía con las encimeras que elijas.
Se trata de una de las estancias más húmedas de cualquier hogar, incluso comercio. Además, el suelo está a prueba constantemente: caída de alimentos, derrame de líquidos, caída de utensilios que puedan rayarlo… Por eso, hay que tener en cuenta todos los factores para elegir un parquet para tu cocina.
¿Se puede poner parquet en la cocina?
A pesar de que hay mucha gente que piense que la humedad puede estropearlos y que ni la opción de acuchillar el parquet lo salvaría del desgaste, los avances tecnológicos y la innovación en materiales han hecho posible que el suelo esté presente en todas las estancias de un hogar, independientemente de los factores externos que puedan deteriorarla.
Actualmente, existen diversos tipos de parquet que los hacen la opción perfecta para cada una de las habitaciones de una casa.
Ventajas e inconvenientes de los suelos de parquet en la cocina
Si decides tener un parquet de madera natural en tu cocina, tendrás que tener en cuenta las siguientes anotaciones:
Una de las principales ventajas de este suelo es que aporta calidez a la estancia, actuando como aislante térmico. Además, es un tipo de suelo duradero.
Sin embargo, debes tener en cuenta la humedad, ya que desgasta mucho este tipo de suelos si no se lleva cuidado. Por lo que tendrás que tener un mantenimiento de lijado y barnizado con frecuencia.
En cambio, si decides por tarimas flotantes o parquets sintéticos, apuestas por un suelo que resiste más al agua, pero no tiene reparación. Además, es más barato y fácil de limpiar.
¿Qué suelo de parquet es mejor para mi cocina?
Un suelo para cocina debe ser fácil de limpiar, resistente a la humedad, antideslizante y después de varios años de uso, debe seguir pareciendo como si estuviera recién puesto. Por lo que si quieres que tu suelo parezca madera natural y cumpla estos requisitos, actualmente encontrarás estos tres modelos:
Parquets Vinílicos
La cocina es una de las estancias que más frecuentamos en nuestro día a día. En ella hacemos muchas actividades, por lo que tenemos que buscar un suelo resistente. Aquí entra en juego el parquet vinílico.
El parquet vinílico es resistente a la humedad, suciedad y ralladuras. Además de su facilidad para limpiarlas, este suelo da una garantía de 20 a 25 años de durabilidad.
Cálidos, suaves y silenciosos. Tres de las características que definen al suelo vinílico.
Parquets Laminados
Gracias a los resultados brillantes y al buen precio que tienen este material, se ha convertido en una de las opciones más buscadas para renovar el suelo de las cocinas. Para una cocina, el suelo laminado perfecto es aquel que tenga una resistencia de AC5 o AC6.
Asimismo, los suelos laminados ofrecen una alta resistencia al desgaste y su acabado es muy realista, imitando a las maderas más comunes en el mercado: roble, nogal y pino.
Sin embargo, estos suelos no pueden lijarse ni pulirse. Y, a pesar de su alta resistencia al agua, es aconsejable limpiarlo cuando se derrama un líquido. Así, evitarás que entre en las ranuras y lo acabe estropeando con el paso del tiempo.
Tarimas Flotantes
En el mercado podrás encontrar tarimas flotantes de madera natural o las tarimas plastificadas, tipo melanina o formica.
Las primeras están formadas por una fina capa de madera y se puede llevar a cabo un lijado hasta dos veces, dependiendo del grosor de la misma. Su instalación es sencilla, pero el material se raya con frecuencia y es débil.
Sin embargo, las tarimas sintéticas tienen un acabado muy parecido a la madera natural, pero sus desperfectos no se pueden arreglar con un trabajo de barnizado o lijado.